
-¿Querés que te cuente la del terremoto de Caucete?
-Esa nunca me la dijiste...
-Me había olvidado, el otro día la portera se estaba acordando.
Bueno, sigo. Todo el mundo en el edificio estaba alteradísimo por el sismo y corrían por todos lados. Yo ni me había enterado porque no tengo arañas en el techo -los artefactos de luz, viste- así que lo más pancha andaba haciendo cosas cuando casi me tiran la puerta abajo. Era la portera con una cara que para que te cuento y unos ruidos que parecia el corral de Liniers-
- ¡Que barullo, que esta pasando que todos corren!.
- Hay que evacuar el edificio.
- ¿Por qué, un incendio?-pregunte despistada-.
- No, ¡por el terremoto!
- ¡Que barbaridad, y yo no estaba enterada de nada!,
con razón andan todos con cosas en la mano
- Si, Nelly, salvá lo que tengas de valor.
Al rato la calle parecía un pijama party, todos en camisón. Y la veo a mi vecina con un velador en la mano
- Pero estás piantada , si acá no hace falta tener luz.
- No –respondió preocupada- este era de mi mamá.
“Que loca que esta la gente”- pensé en ese momento, justo cuando la vieja me preguntó:
- ¿Y vos pudiste salvar algo de valor? ¿.documentos, dinero?
- Y claro, lo mas importante son las cosas del laburo.¡Con esto, por mi que se venga la casa abajo!.
En la mano tenía dos pelucas.
-foto La Tuerca,con Pepe Díaz Lastra-
Nelly tenía una vecina que vivía en la misma cuadra y contó que se pasaban cosas con una soga... Alguien sabe quien era?
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