
Durante quince años hice de locutor, periodista, guionista, autor, productor. Quiero decir que vivía de eso, porque uno es otras cosas y no lo que estudio.
"El show del teléfono" se llamaba un micro programa que conducía para el interior del país; incluía criticas, recomendaciones y reportajes, especialmente a figuras del espectáculo.
Una tarde en la Asociación de Actores conseguí el teléfono de Nelly Láinez y la llamé. Esa charla creo que duro como dos horas y fue tan divertida que parecía nos conocíamos de toda la vida. Por entonces no tenía trabajo y me preguntó si podría contratarla para hacer un sketch en el programa. Me quedé asombrado por semejante propuesta pero le advertí que las radios del interior pagaban poco a lo que ella retrucó "si me alcanza para las expensas quiero hacerlo ". Como era locutor en off de canal 13 y ella vivía a una cuadra quedamos en vernos esa semana, así fue que reflotó el personaje de Josefa de Díaz Imposibles, una gallega llena de gracia, ternura y disparate. Grabábamos por teléfono e improvisábamos, pero nos reíamos tanto que su participación de cinco minutos la hacíamos en una hora, con la Láinez nunca pague tanto teléfono en mi vida.
El microprograma pegó bastante en La Pampa, aunque también lo editaba para una radio de circuito cerrado del partido de San Martín, en la provincia de Buenos Aires. Creo que lo auspiciaba una tienda medio rascuna de por allá. La verdad que visto a la distancia era una falta de respeto, especialmente hacia ella que tenia semejante trayectoria. Nos prometían que si funcionaba tendríamos la plata aunque más no sea para pagar los casetes y el viaje hasta allá que hacía todas las semanas.
De esto pasaron unos cuantos meses y un buen día me encontré con que en la radio no había nadie, el lugar totalmente cerrado. Entonces la llamé a Nelly todo preocupado porque nos habíamos quedado “sin trabajo”.
-Tengo una mala noticia para darte.
-¿Tenés problemas de salud?
-No, no, estoy bien.
-El trabajo.
-¿Te rajaron del canal?
-Cerró la radio de circuito cerrado de San Martín.
-Ah, pero decime, ¿vos crees que alguna vez estuvo abierta?
"El Show del teléfono" se convirtió en una excusa para divertirnos, conocernos e iniciar un lazo afectivo que - al menos por mi parte- aún perdura. En este caso, lo bueno, no fue breve. Muchas veces me pregunto por qué dejamos de vernos, quizá al final de estas paginas pueda darme cuenta.
(foto film CUANDO LOS HOMBRES HABLAN DE MUJERES - escena con Libertad Leblanc-)
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